sábado, 23 de febrero de 2013

Mein Urgroβvater und ich, de James Krüss

«En nuestra forma de hablar se refleja nuestra singularidad. Nuestro lenguaje forma parte de nosotros al igual que nuestra mirada y nuestra forma de andar.»

Así concluye el bisabuelo el primer cuento sobre el lenguaje que cuenta a su bisnieto Boy.

En otro cuento nos habla de las diferencias que existen entre varias lenguas y nos da su versión del por qué. Pero no sólo se aprende mucho sobre la lengua y las personas que la utilizan, sino que además se disfruta con los divertidos juegos con el lenguaje que realizan el bisabuelo y su bisnieto, por ejemplo, escribiendo poemas abecedarios:

A, be, ce, las damas bellas
De alfabeto de mujeres
Te recito a todas ellas
De «a» a «zeta» si tu quieres.

Alma, Berta y Cecilia,
Dora, Eva y Felicia,
Hermanas de la familia
Espinosa de Galicia.

Contando cuentos y escribiendo poemas, Boy pasa una semana con su bisabuelo. Es un niño de diez años que vive en la pequeña isla de Helgoland en el Mar del Norte, en Alemania. Su bisabuelo, un viejo pescador de langostas, se ha jubilado y pasa ahora los días en su tornería haciendo peonzas y poemas.

El propio James Krüss también creció en Helgoland. La isla, el mar y los marineros marcaron su vida y sus libros. Nosotras consideramos que Mi bisabuelo y yo es una de sus novelas más bonitas, de mucho valor educativo y con un alto grado de diversión, el libro con el que mejor demuestra su ingeniosa manera de contar cuentos y con el que, además, ganó en 1960 el Premio Alemán de Literatura Juvenil (Deutscher Jugendliteraturpreis) en la categoría libro infantil.

Krüss describe una Helgoland de los años treinta, un lugar especialmente apartado de la tierra firme alemana, con inviernos largos y fríos, donde hasta el abuelo escribe a escondidas poemas que su mujer guarda en un florero de porcelana. Así se descubre poco a poco que no sólo el bisabuelo y Boy escriben poemas, sino también otros miembros de la familia; y al igual que en ellos se despierta el interés por escribir al escuchar los poemas del niño y de su bisabuelo, también despierta el interés del lector por rimar, sea cual sea su edad.

A pesar de la dificultad de traducir el libro al español, vemos en ello una necesidad, también porque Krüss tenía una relación muy profunda con la lengua española: pasó la última mitad de su vida en las Islas Canarias, donde murió y donde hoy en día hay un museo en su honor.

«Y ya nos pusimos a rimar.»

Luise Rauer y Kornelia Sorge

Luise Rauer y Kornelia Sorge son dos alemanas aficionadas a la traducción de literatura infantil. De momento, ambas están cursando la carrera de Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada. Luise ha tenido diversas experiencias en el ámbito del teatro y del trabajo cultural con jóvenes; Kornelia tiene una estrecha relación con la literatura infantil (porque ha trabajado con niños en muchas ocasiones y también porque ella misma es madre de dos hijas). Anteriormente, Luise y Kornelia han colaborado juntas en proyectos de cortometrajes en una relación profesional fructífera y efectiva.

1 comentario:

  1. sehr schön ,ich wünsche dir alles bestens Luise.ich würde dich besuchen.ich verstehe dich sehr sehr gut.
    lg
    Emad

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